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Las redes sociales se han instalado en nuestras vidas con determinación y celeridad. Sin embargo, la dinámica con la que actúan y las formas de uso de quienes participamos de ellas generan efectos no deseables relacionados con la privacidad.
Muestra de ello es el surgimiento y crecimiento del sexting, definido como el envío de contenidos de tipo sexual, principalmente fotografías y/o videos, producidos generalmente por el/la remitente a otras personas por medio de teléfonos móviles.
De acuerdo con la encuesta “Efecto Internet”, elaborada por la Asociación Civil, Alianza por la Seguridad en Internet, en la República Mexicana de 10 mil estudiantes entre 12 y 16 años, el 36.7%, señaló conocer a alguien que ha enviado o reenviado por internet o celulares imágenes suyas de desnudos o semidesnudos, a conocidos o desconocidos.
Como respuesta a este fenómeno, el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y la organización Pantallas Amigas, crearon la campaña Pensar antes de sextear, la cual, al margen de consideraciones morales o legales, recuerda que el sexting puede tener graves consecuencias para quien lo practica e invita a reflexionar sobre 10 razones para no realizarlo.
Asimismo, aunque las acciones de prevención y cuidado al momento de sextear son importantes, es necesario que en las redes sociales existan mecanismos que eviten la difusión de contenidos sin autorización de sus propietarios. A continuación se enumeran algunas recomendaciones para la protección de la privacidad en las redes sociales:
  1. Conocer y configurar de manera detallada las opciones de privacidad.
  2. Identificar las funciones y los efectos de cada acción.
  3. Proteger los datos personales.
  4. Evaluar las actitudes y condiciones de privacidad de los contactos.
Es importante recordar que las tecnologías de la información son herramientas para el empoderamiento y el desarrollo, por lo que debemos aprender a manejarlas y crear nuevas formas de protección.